En este número:

El tercer libro de la Torá (el libro de Vayikrá), contiene muchos párrafos que describen los korbanot. Este tema es uno de los más enigmáticos de la Torá y generan muchas preguntas, trataremos con la ayuda de Hashem de hacer una breve introducción al tema.

En la Tefilá pedimos a Hashem: Vehashev haabodá lidbir beteja, “Y haz regresar el servicio al santuario de Tu casa”. Pedimos la oportunidad que volvamos a hacer los Korbanot en el Bet-Hamikdash.

Está escrito que el día del Gran Juicio, que es cuando llegue el Mashíaj, les van a preguntar a los Jajamim: ¿Estudiaste Torá? ¿Estudiaste el libro de los korbanot?

Si queremos que llegue el Mashíaj, debemos prepararnos aunque nosotros no seamos Cohanim, pues hay muchas reglas que tienen que ver con el público en general. Si estudiamos a nuestro nivel algo relacionado con los korbanot, Hashem va a tomar en cuenta que queremos ya que llegue el Mashíaj y que nos estamos preparando para eso.

Hashem le pide a Moshé que le diga a Bené Yisrael cuáles son los korbanot que harán para Hashem.

Generalmente la Torá usa la palabra ish (hombre), y aquí para los korbanot utiliza la palabra Adam. Si Adam hubiera tomado un animal para Hashem, este animal seguro no sería robado, pues todo el mundo le pertenecía a Adam. De la misma forma cuando acerquemos un korbán a Hashem, tenemos que estar 100% seguros que no es robado, que nos pertenece. El fin no justifica los medios.

Debemos cuidarnos incluso al hacer Mitzvot de no molestar o perjudicar a otros en el camino. Nada nos faculta a molestar a terceros para cumplir Mitzvot.

Dice Rab Hirsh z”l que la palabra “korbán” se traduce a menudo como sacrificio u ofrenda, y que de la traducción de esta palabra se derivan muchos errores, sobre todo al pensar que el que sacrifica, pierde algo. Seguro que Hashem no necesita que sacrifiquemos nada para Él, y mucho menos quiere perjudicarnos o hacernos perder algo por ello.

Tampoco el korbán es porque Hashem necesita algo. Hashem no necesita nada de nadie, todo lo existente es de Él.

La raíz de la palabra korbán quiere decir acercar (lekarev). Nosotros podemos tomar algo de nuestra propiedad y acercarlo a Hashem. El objetivo es crear un acercamiento entre la persona y Hashem, no es ni sacrificio ni ofrenda. Es una muestra de nuestro agradecimiento por todo lo que nos da (Salmos 116:17).

En la actualidad no tenemos korbanot y está escrito en Pirké Avot 1:2: Al sheloshá debarim haolam omed. Sobre tres cosas el mundo está parado:

1. Por el estudio de la Torá.
2. Por la Avodá, es decir, el servicio que se hacía en el Beth Hamikdash, los korbanot.
3. Y Guemilut jasadim, hacer favores.

Imagínense una mesa de tres patas, si le ponemos sólo dos es muy difícil que se pare.

Podemos pensar que tenemos Torá o que hacemos favores. Pero aún así el mundo queda sobre dos patas… ¿cómo se sostiene el mundo?

Hay 4 sustitutos para los korbanot.

El primero es la tefilá, rezarle a Hashem. El korbán es para acercar a la persona a Hashem, e igualmente la Tefilá, es un medio para acercar a la persona a Hashem. Es el primer sustituto, de los más importantes que tenemos en la actualidad.

El segundo es estudiar las leyes relativas a los korbanot.

El tercero es la Teshubá, el retorno a Hashem. Uno de los objetivos de los korbanot, además de acercar a la persona a Hashem, es también que sirva como expiación y arrepentimiento. Ahora que no tenemos korbanot, lo que podemos hacer es teshubá, arrepentimiento, acercarnos a Hashem y decirle que queremos regresar a Su camino. Eso lo podemos hacer todos los días.

El cuarto es Talmud Torá, aunque el estudio era comparado ya a una de las tres patas de la mesa, el estudio de Torá es tan fuerte que puede sustituir a los korbanot también.

Preguntan los Jajamim: Hay 10 animales que son Kasher, ¿de cuántos se puede llevar korbán? Sólo de tres tipos. La Torá escogió los animales que están cerca de la casa, el toro y la vaca, el borrego, y las cabras. Estos son animales domésticos que generalmente se encontraban cerca de la casa.

De aquí aprendemos que Hashem cuando nos da una Mitzvá, nos da las más fáciles. Nos pone las cosas lo más fácil posible, aunque el yétzer hará (el instinto del mal) nos haga pensar lo opuesto.

Uno de los korbanot que se hacían con frecuencia era por los pecados involuntarios. La persona tenía que apoyar las manos sobre la cabeza del animal y confesaba su pecado y esto servía para expiar por el error cometido.

El que cometía un pecado intencionalmente, lo único que podía hacer era arrepentirse, y hacer buenos hechos, pues para estos pecados no había korbán.

Explica el Rambán que al presenciar todo lo que se le hacía al animal la persona se daba cuenta que todo ello lo merecía él por sus transgresiones, y se despertaba teshubá sincera y profunda; y que gracias a la misericordia de Hashem se permitió transmitir simbólicamente al animal el pecado y que éste expiara por nuestros pecados.

La persona que cometía un pecado, estaba apartándose de la voluntad de Hashem, y Hashem nos dio la vida para hacer Su voluntad. Si alguien se aparta de la voluntad de Hashem ya no tiene derecho a la vida.

Cuando la persona veía lo que se le hacía al animal, se daba cuenta de la gravedad de sus hechos y provocaba que se arrepintiera sinceramente y se acercara a Hashem.

Cuando la persona pasaba por un proceso así se cuidaba mucho de no volver a pecar.

Escribe el Séfer HaJinuj (Mitzvá 95):

Viendo el destino del animal, la persona se pregunta qué diferencia hay entre el ser humano y el animal (ya que físicamente son muy parecidos); sólo el “séjel” (intelecto, alma).

Cuando la persona peca es porque no usa su intelecto, es como un animal, toma un animal como él y lo quema para que se dé cuenta que el destino de un ser humano sin intelecto es la perdición completa. De esta forma se alegra que Hashem le dio el intelecto y se cuida de no hacer pecados.

Los korbanot se hacían sólo por transgresiones inadvertidas, porque si lo hizo deliberadamente, entonces pecó con su parte intelectual y no es adecuado que sea expiado con un animal (quien no tiene cómo decidir hacer el mal). Si alguien pecó deliberadamente y no se arrepiente y lleva un korbán, Hashem lo considera abominable (Proverbios 15:8).

Si fue a propósito, sólo puede hacer teshubá shelemá (completa) y maasim tovim (buenos actos) (Yalkut Yitzjak).

Uno podría pensar que si la transgresión no fue intencional entonces uno no es culpable y no necesita la expiación de un korbán, pero aún así se requiere por los siguientes motivos:

1) Negligencia, no se tuvo cuidado.

2) El pecado impurifica el alma, aunque fuese involuntario.

3) Si comió un alimento prohibido en forma involuntaria, demuestra que no es Tzadik (un hombre Justo) porque si uno lo es, Hashem cuida que no se cometan pecados involuntarios (Shemuel I 2:9).

4) Para enseñarnos una lección trascendente: si por un pecado involuntario se tenía que hacer todo este proceso, imaginémonos por un pecado voluntario…

El animal en sí no sufría, pues se le degollaba con el método tradicional judío, el cual es indoloro.

Desde el punto de vista de la mística judía, también el animal se beneficiaba al ser usado para un korbán, pues si había dentro de él el alma de un ser humano reencarnado, como consecuencia de dicho proceso, su alma era purificada y elevada (Yalkut Yitzjak).

Como dice el profeta Hoshea (6:6) Hashem prefiere que hagamos favores y que Lo conozcamos, más que los korbanot; esto nos ayuda especialmente en la actualidad en que no tenemos Bet Hamikdash.

Para concluir, citaremos las palabras de David Hamélej en Salmos 73:28 “Para mí, lo mejor que existe es la cercanía a Hashem”.

Que todos seamos merecedores de este placer excelso que es el único auténtico y duradero.

Hola Dr. Betech, estuve en la conferencia que dio en Buenos Aires hace muy poco. En realidad le escribo para felicitarlo por la conferencia que nos dio y para decirle que cambió mi vida, que ahora es cuando mejor me siento, que cambió mi forma de ver las cosas, de pensar, de actuar, realmente ahora me siento feliz. Sabe, que es hasta el día de hoy que yo sigo hablando de lo que me enseñó, y ¡es genial!

Hasta pronto...Muchos saludos