TOVLI 27

TOV: ORGANIZACIÓN INTERNACIONAL PARA LA DIFUSIÓN DE NUESTROS VALORES

Iyar 5758

Este número contiene:

El concepto de Emuná en el Judaísmo
Selecciones del Correo
Aquél que se libera de sus compromisos
Preguntas y Respuestas
Noticias de TOV Internacional

"¿Qué papel juega el concepto de Emuná en el Judaísmo?"

En días pasados tuve la oportunidad de leer un artículo. No puedo ocultar el asombro que el mismo produjo en mí, sintiéndome obligado a manifestar las siguientes ideas.
En principio cuando el autor trata de expresar su caracterización de lo que denomina fe, menciona: "Si asumimos la fe como el conocimiento acerca de nuestras obligaciones con D-os y no como nuestro conocimiento de D-os, no son necesarias las demostraciones científicas", pregunto entonces cómo una persona puede sólo con esa "fe" cumplir con esas obligaciones si la misma no le permite tener la certeza de la veracidad de la existencia del "ente" que exige cumplir con dichas obligaciones. Es decir, si no conozco la certeza de la existencia de la fuente que emite una información, cómo puedo tener certeza y comprometerme a seguir las obligaciones que esa fuente me exige, tal vez ni siquiera la fuente exista!
Perdone mi interpretación pero tal vez a lo que el autor quería referirse es a esa "fe" que, más que apego a la tradición, es descrita como "fe" absoluta, ciega y milenaria en las tradiciones de un pueblo. Qué puedo decirle..., esa definición de "fe" como única herramienta de apego y creencia no tiene cabida en el Judaísmo. Lamentablemente analizamos al Judaísmo a través del cristal de otras religiones, y por ello, tendemos a utilizar esos conceptos tan ajenos a nuestra Torá: el dogma por excelencia como fundamento de una creencia, la "verdad" de la ciencia y la "verdad" de la religión; dicotomía que las últimas generaciones, caracterizadas por un avance extraordinario en el desarrollo de las ciencias, no han podido asimilar optando muchas veces por desechar la segunda de las "verdades".
Dice Shelomó Hamélej en Proverbios 14:15, "El tonto cree todo pero el hombre prudente sigue el camino correcto". Nuestra Torá no pide como único recurso de adherencia la "fe" ciega, definitivamente NO! Menos aún para un pueblo judío en las circunstancias actuales en las que la asimilación lo consume.
Acaso no sabemos que entre los grandes culpables de la autodestrucción de parte de nuestro pueblo se encuentra el: "así está escrito!, no preguntes!", con sus variantes en cada uno de los idiomas que nos ha acompañado en nuestra diáspora. Que tal si mañana un hijo yehudí enfrenta a su padre cuando decide adherirse al culto de moda y abandonar su Judaísmo. Por supuesto el muchacho admite ahora tener también una "fe" ciega de acuerdo a las tradiciones que recibieron sus compañeros del nuevo culto: Sabes cuántos judíos se convierten anualmente por las acciones del movimiento Jews for Jes…, sabes que invierten un aproximado de US $50,000.00 (dólares americanos) en cada judío que convierten… (AJOP septiembre ’91, Vol. 3 Núm. 1) cómo le explicarías que tu fe ciega es la correcta y no su fe ciega!... tal vez ambas sean realmente ciegas!
El Rab Aryeh Kaplan, uno de los principales escritores contemporáneos del Judaísmo, menciona en una de sus obras: "La creencia basada en el mero hábito y la tradición ciega es una fe débil que puede ser asaltada por dudas y rebatida con argumentos", afirmación que soporta nada más y nada menos que en las siguientes fuentes: Reshit Jojmá, Shaar HaYirá 15 (50b) y Sh’né Lujot HaB’rit (Maséjet Rosh Hashaná 2:156b). Y añade: "A strong faith is therefore based on upon both reason and tradition": Una fe fuerte es aquélla basada en Razón y Tradición", nótese la precedencia.
Entonces esa "fe", que creemos entender por Emuná y que tanto es mencionada en nuestra literatura ¿qué función tiene? Para responder a esta interrogante tenemos que mirar al Judaísmo bajo un cristal transparente y no bajo los lentes de religiones ajenas al contexto Judío.
Y ahora bien, ¿qué papel juega el concepto de fidelidado Emuná en el Judaísmo? Dice el Rav Tatz: "El concepto que tiene la Torá sobre Emuná es el de Lealtad a lo que es cierto, no a lo que tan sólo puede ser imaginado", "...El primer paso es descubrir la verdad, el segundo involucra lealtad a esa verdad, aun cuando ya no es aparente abiertamente". El primer paso es investigar la verdad (Emet) por medios objetivos y el segundo ser fiel a ella (Emuná).
D-os no tiene problemas en demostrarte que Él y Su Torá son Emet, al contrario, ésa es el arma para identificarlo y diferenciarlo de tanta falsedad en un mundo atiborrado de falsas creencias ("existen decenas de miles de sectas y cultos individuales", Permission To Receive, Lawrence Kelemen, Targum/Feldheim. Pág. 26). Ahora, después que entiendas y conozcas que Él es Emet, te pide fidelidad, lealtad en el cumplimiento de Sus pedidos para tu bien, aunque estos ya no puedan ser abiertamente comprendidos por tu intelecto. Por supuesto que la Emuná es imprescindible, pero primero viene el descubrimiento del Emet.
¿Dónde queda entonces el bien conocido Naasé Venishmá (haremos y luego entenderemos) que nos hizo aptos para recibir la Torá entre tantos pueblos?...
Muy sencillo, después de vivenciar los milagros de las 10 plagas y la propia apertura del Mar Rojo, entre muchos otros, el pueblo de Israel comprendió que el D-os de Moshé era Emet, ¡sólo entonces dijo Naasé Venishmá!, poniendo Emuná en nuestro D-os. De nuevo, primero descubrimos que Él es Emet y luego somos leales a nuestro D-os, ahora que tenemos certeza de Su existencia.
Sin embargo, ¿quién puedo ser yo para acaso pensar que estoy descubriendo estos argumentos que evidencian el apoyo de nuestra Torá a la búsqueda de la verdad en forma objetiva como parte fundamental de nuestra adherencia al Judaísmo? Ya Jazal - a quienes Ud. menciona - lo hicieron en forma directa y pública: Rabeinu Bahye, Rab Yosef Hayim (Ben Ish Jay) y Rab Moshé Fainstein, entre muchos otros y la propia Torá, apoyaron la búsqueda de dichos argumentos. Es la misma Torá quien también toma el trabajo de demostrarnos directamente que D-os es Emet. Dice la propia Torá después de estudiar la evidencia que afirma desde hace milenios referente a que "todo ser acuático que tiene escamas tiene aletas" que uno de los motivos para expresar este conocimiento en la forma en que fue hecho es para "Yagdil Torá Veyaadir"!... es decir la propia Torá se presta a traer pruebas y argumentos de su veracidad y nos dice que ello es para engrandecer el valor de la Torá y no para abaratarla como mencionó el autor.
En cuanto a que debemos ocuparnos en "...qué cara va a tener nuestro Judaísmo", permítame decirle que no tenemos que buscarle ninguna cara, su cara, su única cara la fijó Hashem hace miles de años; así pues, ¿quiénes somos nosotros?, o más bien, ¿quién nos dio la prerrogativa de ocuparnos en darles nuevos maquillajes a nuestro Judaísmo?
Sc. M. Ing. Elías Obadía.
Caracas, Venezuela.

PD: Una versión más detallada de este artículo se encuentra publicada en el siguiente web site:
http://ourworld.compuserve.com/homepages/eliaso/titanic. htm

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SELECCIONES DEL CORREO

Jhajam Ytzjhak: Jhag Sameajh!!! Le escribo muy emocionado después de lo que viví en estos sedarim con la ayuda de Hashem Ytbaraj, las mesas en Kol Torá estaban llenas de invitados, muchos de ellos, por primera vez en su vida disfrutaban de cada párrafo de la Hagadá, de cada trozo de Matzá Shemurá, de cada copa de vino, como si estuviesen saliendo de Mitzrayim en aquellos instantes, pues de hecho, estaban saliendo en libertad después de tantos años de esclavitud de la ignorancia. Ahora, gracias a Uds., saben que un hombre libre es sólo aquél "que se toma la libertad" de elegir entre la verdad absoluta y logra romper las cadenas que le amarran a sus pasiones, proclamando: ¡ahora sí me entrego a las cadenas de la Torá y de las Mitzvot! ¡¡Ésta es la única esclavitud en la que cuanto más esclavo eres, más libre y más feliz te sientes!! (éstas son casi las palabras de un "egresado" del último seminario, B"H). El minián fue todo un éxito, las melodías del Halel y la Siatá Dishmayá se sintieron en todo momento. Gracias por darme la oportunidad y el mérito de participar en SUS mitzvot; que Boré Olam nos dé siempre fuerzas para correr para alegrías, y tizcú leshanim rabbot neimot vetobot!!! M. C. D.

PREGUNTAS Y RESPUESTAS

P: Usted me puede decir a nivel científico que el tiempo de la vida sirve para una preparación intelectual. Yo pregunto para qué la preparación si de todas maneras todos vamos a acabar acostados en la tierra.

R: Así es. Todos vamos a terminar acostados en la tierra. Sólo que hay una diferencia: unos irán al Olam Habá y otros quizá no.
Unos habrán cosechado en esta Tierra lo que podrán disfrutar en el mundo venidero y otros no. Unos habrán trascendido espiritualmente y se habrán acercado más a Hashem (que es el propósito al venir a este mundo) y otros no. Unos estarán únicamente acostados en la tierra... y otros no.

Aquél que se libera de sus compromisos con Hashem, merece regresar a la esclavitud.*
Sé que a mí me pasa.
Cuando dejo que la vida material trascienda sobre mi ser espiritual, empiezo a esclavizarme más al mundo material. Me alejo de Hashem y siento que Él se aleja de mí.
Por lo que no puedo dejar de preguntarme qué sucede con aquellos yehudim que no se han acercado a nuestra Torá y desconocen el camino para llegar a la espiritualidad real. Se atan al mundo físico y se convierten en sus esclavos Y NO SE DAN CUENTA.
Son esclavos que viven como esclavos pero que se creen amos, sin importar su nivel socioeconómico. Esclavos de sus deseos, pasiones y emociones.
"Quiero unos camarones. En este momento me los como".
"Quiero ir al restaurante el sábado. El sábado voy".
"Se me antoja gritar. Grito porque quiero".
"En este momento pienso así y no tengo ganas de juzgar para bien".
"Yo tengo la libertad de hacer lo que quiero en el momento que quiera".
Por supuesto vamos a negar que somos esclavos. Pero lo somos.
No queremos darnos cuenta que al ejercer nuestros compromisos con D-os, nos liberamos de una esclavitud que tanto daño puede causar.
Hashem sabe lo que el "trabajo" espiritual le ofrece a los yehudim. Por eso nos pidió que siguiéramos Sus órdenes. Él quiere que utilicemos el potencial que puso en nuestra alma, que lo desarrollemos para no permanecer como seres primitivos (pero con potencial, eso sí).
¿A quién le gusta que lo califiquen como poseedor de un alma poco desarrollada?
No podemos ser como niños caprichosos que hacemos lo que queremos a la hora que queramos. Eso no es libertad. Es tontería sin límites. Es no querer trabajar dentro de nosotros mismos para desarrollarnos intelectual, emocional y espiritualmente.
Todos "pecamos". Pero el meollo de este asunto, el tesoro, es darnos cuenta y elevarnos de nuestras tonterías. Y no hacerlo un estilo de vida y creer que eso es la verdadera libertad.
La verdad es que si nos alejamos del camino de Hashem, merecemos ser esclavos pues... si vinimos a este mundo a no desarrollar nuestro potencial, ¿a qué vinimos entonces?
Si no trascendemos lo material y seguimos esclavizados a nuestros deseos y no vemos más allá de lo que podemos tocar y disfrutar al instante... merecemos esclavizarnos a eso.
Es el compromiso con Hashem, el acercarnos a los caminos que Él quiere que conozcamos lo único que nos puede sanar del dominio de las masas, del dominio de la pesadilla de no permitirnos ver que la vida aquí, en esta Tierra, tiene alcances espirituales insospechados.
Hashem nos dio la oportunidad de elevarnos a grandes alturas y realizarnos como seres humanos con un enorme potencial. Nos da la oportunidad de ser pro-activos y no reactivos. Y ésa es una herramienta muy saludable y necesaria.
Es tan triste ver a yehudim tan alejados de sus compromisos con Hashem y que aún así se sientan soberbios de eso. Es lamentable escucharlos decir que son libres porque hacen lo que quieren a la hora que quieren. Es desesperante ver el potencial que tienen en sus manos para descubrir un mundo maravilloso que los liberaría de tanta limitación física, emocional y espiritual.
El Pueblo Judío se ha caracterizado desde que se convirtió en Pueblo, en un grupo muy especial de seres humanos detectado por el resto de los pueblos, como un grupo especial que se dedica a servir a D-os.
Lamentablemente en los últimos años, la gran mayoría no nos hemos caracterizado por eso. Muchos ya son parte de los otros pueblos y viven como ellos.
Si algunos de los yehudim de hace más de 150 años nos vieran en este siglo, se sorprenderían que, precisamente nosotros, estemos fuera del camino que por milenios nos ha distinguido y diferenciado de los demás. Por el camino que nos ayuda a no comportarnos como los demás, por el camino que nos protege de no creer que el mundo material es lo único que existe, y por el camino que nos ofrece un mundo espiritual que nos acerca a nuestro Creador (que por cierto es el propósito de nuestra estancia aquí).
Quizá pensarían que gente que tiene un tesoro tan grande y eterno frente a ellos y no lo toman, merecerían ser esclavos de unas cuantas monedas, unos cuantos alimentos y unas cuantas diversiones. Quizá podrían pensar que merecerían cambiar un mundo espiritual vivo por un poco de mundo material que a la distancia de unos cuantos años estará muerto.
¿Merecemos un final así cuando nuestra alma fue creada para alcanzar alturas espirituales de otro orden?¿Merecemos regresar a una esclavitud gratuita cuando hace tantos milenios fuimos liberados?
Sara Adler Milver

*Esta frase la tomé de un artículo de Rab Moshe Walles.


Ya está lista la primera etapa de la audioteca en TOVNET con los dos primeros cassettes.

NOTICIAS DE TOV INTERNACIONAL
El próximo 15, 16 y 17 de mayo se llevará a cabo el primer Seminario de fin de semana en Panamá.

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